Capitulo 2.-Me llamo Zyan Malik
Volvimos a las aburridas clases, ya solo quedaban dos y nos iríamos nuevamente a nuestras casas para disfrutar de armonía y la paz que en el instituto no había por ningún lado.
Deje mi mochila a mi lado izquierdo y me senté en aquella silla, estaba sola ya que el profesor nos había separado y prohibido que nos sentáramos juntas en cualquier clase así que la mesa que tenia al lado estaba vacía, bueno, la ocupaba mi carpeblog lleno de dibujito que hacia en esos momentos de aburrimiento.
-Bien, a aguantar otro pesado profesor...-Dije para mis Adentros.
El director llamo a la puerta de mi clase y pasó con un chico más o menos de mi estatura, moreno y con dos pendientes en cada oreja; esbozaba una hermosa sonrisa que dejaba embobado a cualquiera, sus ojos eran grandes y muy brillantes llenos de emoción pero a la vez de tristeza.
-Chicos, un alumno nuevo se va a incorporar a nuestro centro, no se si sabéis quien es pero el ha venido para se un chico corriente y no quiere que las chicas estén detrás de el pidiéndole autógrafos, el viene para ser Zyan Malik un chico normal y no Zyan Malik el del grupo de One Direction ¿Entendido?-Todos asintieron con la cabeza pero las chicas se morían por hablar con el.
Yo no tenia ni idea del grupo ese que había dicho el director y menos sabia que el era famoso pero cada día se aprende algo nuevo ¿No?
-Zyan, siéntate ahí.-Le dijo el director señalando mi mesa de al lado vacía.
Ese tal Zyan asintió y con una sonrisa se dirigió a mi sitio, yo intente no mirarle pero me era bastante imposible, sentía sus ojos fijados en mi pero aun asi no giraba la cabeza hacia donde estaba el. Como pude me concentré en la clase y al fin se terminaron, no hable con el en toda la clase, ni siquiera le pregunte que de que era tan conocido, simplemente agarré mi mochila nada mas tocar el timbre y me fui para mi casa sin ni siquiera esperar a mi amiga.
-Eh, eh espera!-Oi que me gritaban de lejos.
Me volví para ver de donde provenían aquellos gritos y era el chico nuevo, que se dirigía corriendo hacia mí.
-¿Te pasa algo con migo?.-Me pregunto cuando estuvo cerca de mí.
-No, ¿Por qué lo preguntas?.-le respondí.
-No eres… Directioner?
-¿Qué narices es eso?.-Le respondí algo cabreada, me estaba tomando el pelo ¿o que?.
-Valee… nada, da igual….-Dijo desilusionado.
Sus ojos brillantes se volvieron algo oscuros y pensé que al no saber lo que era aquella palabra le había desilusionado así que le propuse que me lo explicara mientras iba a mi casa.
-Haber.. Yo soy miembro de un grupo que se llama One Direction y las fans se hacen llamar Directioners ¿Lo entiendes?.-Me explicó.
-Si, mas o menos pero ¿tu que haces en mi clase ahora? ¿No tienes giras y todo eso?.
-Nos hemos tomado algún tiempo libre, quiero aprender cosas y no ser un léelo.
-Ahh, que bien.-Le dije con una sonrisa.
El resto del trayecto me estuvo explicando todo sobre su grupo y los miembros que lo formaban:,Niall Horan, Harry Styles, Louis Tomlinson, Liam Payne y él (Zayn Malik).
También me nombro varias canciones que habían compuesto, la verdad que cualquier chica que estuviera en mi lugar ahora mismo estaría gritando, saltando, desmayándose o intentando violarle pero desde pequeña me crié con un tío de mi madre que cantaba “Country” y cuando hablaba con los fans y se volvían histéricos, no le gustaba en absoluto así que con Zayn iba a intentar ser lo menos histérica posible, total, hace media hora que me acababa de enterar que era famoso con un grupo así que….
- Y bien… ¿vendrás algún día para conocer a los chicos?.-Me pregunto cuando llegamos a la puerta de mi casa.
- Me encantaría, pero siempre que ellos quieran,
- Claro que van a querer.-me dijo sonriente.
- Esta bien…
Hundí mi mano en el bolsillo del pantalón y saqué mis llaves, las metí en la cerradura y abrí la puerta.
-Bueno, un placer hablar con tigo Zayn.-Le dije despidiéndome.
-Hasta mañana.-me dijo.
Se acerco a mi con una sonrisa de oreja a oreja y me dio un beso en la mejilla, poco a poco esta fue tomando color. Entre a mi casa y al cerrar la puerta solté un leve suspiro.
-¿Y ese suspiro de felicidad?.-Me pregunto mi padre mientras sostenía un plato recién limpiado.